martes, 21 de mayo de 2013

“Las competencias de un docente del siglo XXI.”


Autor: Fabiola Anabel Guerrero Garza




Introducción:

Durante el siglo XXI se han presentado notables cambios en cuanto al personal docente dentro del ámbito educativo. El paradigma actual está relacionado con las competencias y el requisito para la formación de las competencias, en los educandos es el proceso de aprendizaje autónomo en el que el educando aprenda a aprender. Para lograr ese fin, los educadores deben tener las competencias del siglo XXI, algunas de ellas son las siguientes: educador-animador; creatividad; facilitador del aprendizaje; motivador del alumnado hacia el interés del saber y el aprender; empatía; estrategias de resolución de conflictos; trabajo en equipo… Cabe destacar que los docentes tienen que enfrentar algunos retos  en los que tendrán que concientizar a los estudiantes la importancia de mantener un enfoque  competitivo para obtener un mejor futuro.


Desarrollo:

El propósito del docente es ofrecer constantemente una educación de calidad. Puesto que ser docente es comprender a la institución escolar, participar y laborar en conjunto con otros compañeros para obtener más conocimientos de los más expertos. El buen maestro es aquel que siente pasión por lo que hace, es un agente de cambio y de formación humana, le gusta el transmitir sus conocimientos y experiencias, su  vocación la practica día a día dentro y fuera del aula, promulga en todo momento la importancia de recibir educación, de practicar mejores enseñanzas, de comprensión hacia los alumnos y colegas, impulsa la creatividad, el trabajo colaborativo y participativo, recalca la importancia y la libertad de expresión en todos los sentidos.





La formación del docente en el siglo XXI, es un reto de nuestros días producto de la volatilidad de los nuevos desafíos y desarrollo que se experimenta en el mundo científico tecnológico.

La formación y la capacitación de nuevos saberes y la adaptación a la tecnología es una de forma estratégica que el docente del siglo XXI debe asumir como herramienta praxiológica y útil para asumir los cambios y transformaciones que se experimenta en este sector educativo.

La tarea docente universitaria en el siglo XXI, es tan compleja que exige al profesor el dominio de unas estrategias pedagógicas que faciliten su actuación didáctica. Por ello, el proceso de aprender a enseñar es necesario para comprender mejor la enseñanza y para disfrutar con ella (Ramsden, 1992).

Philippe Perrenoud (2004) establece diez nuevas competencias para enseñar, las cuales han sido de gran utilidad en la aplicación docente:


  • Organizar y animar situaciones de aprendizaje.
  • Gestionar la progresión de los aprendizajes.
  • Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación.
  • Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y en su trabajo.
  • Trabajar en equipo.
  • Participar en la gestión de la escuela.
  • Informar e implicar a los padres.
  • Utilizar las nuevas tecnologías.
  • Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión.
  • Organizar la propia formación continua.


Por otro lado Zabalza (2003) nos dice que un docente universitario debe contar con 10 competencias esenciales mismas que le permitirán orientar su función para lograr una formación integral en los estudiantes y con ello lograr la calidad en la educación, tales competencias son:


  • Planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje. 
  • Seleccionar y preparar los contenidos disciplinares.
  • Ofrecer información y explicaciones comprensibles y bien organizadas (competencia comunicativa).
  • Manejo de las nuevas tecnologías. 
  • Diseñar la metodología y organizar las actividades. 
  • Comunicarse-relacionarse con los alumnos.
  • Tutorizar.  
  • Evaluar. 
  • Reflexionar e investigar sobre la enseñanza. 
  • Identificarse con la institución y trabajar en equipo.



Por otra parte, Chickering y Gamson (1987) como resultado de una profunda investigación científica nos mencionan siete características esenciales presentes en una docencia de calidad:  


1.
Promoción de la comunicación  entre maestros y estudiantes.
2.
Estimular la cooperación entre estudiantes.
3.
Agilizar el aprendizaje activo.
4.
Dar un feedback a tiempo.
5.
Dedicar y enfatizar el tiempo adecuado en tareas relevantes.
6.
Comunicar ante los estudiantes altas expectativas.
7.
Respetar las diversas capacidades y formas de aprender.


Conclusión:

El docente del siglo XXI debe tener adecuada preparación tanto para la adquisición de conocimientos y actualización de los mismos, como para el desarrollo de habilidades y destrezas exigibles en una sociedad de la información, del conocimiento y del talento humano, en permanente cambio.
Podemos destacar la labor integral del docente en la vida del hombre, debido a que es él, quien aproxima al estudiante al conocimiento de la sociedad actual, su labor es indispensable para el entendimiento no sólo de materias sino de su desarrollo humanitario.
Como futuros maestrantes debemos cultivar el compromiso para con nuestra sociedad, ser conscientes de nuestro rol, y el carácter imprescindible de nuestro trabajo esmerado para desarrollar una sociedad deseada.




Referencias:

Perrenoud P. (2004). Diez nuevas competencias para enseñar.  Extraído el 18 de mayo  de 2013 desde:
http://newz33preescolar.files.wordpress.com/2012/05/resumen-10-competencias.pdf
Zabalza M. A. (2003). Competencias docentes del profesorado universitario. Narcea, España. Extraído el 18 de mayo de 2013 desde: http://telesecundaria.dgme.sep.gob.mx/formacion/interior.pdf
Chickering, A.W. y Gamson, Z.F., (1987). “Seven principles for good practice in undergraduate education”. American Association for Higher Education Bulletin.
Hernández Y., Hernández M. (2009) La importancia de la formación docente ante los retos de la sociedad del conocimiento. Extraido el 20 de mayo de 2013 desde:
http://www.gestiopolis.com/economia/reto-de-la-docencia-en-la-sociedad-del-conocimiento.htm



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